sábado, 18 de noviembre de 2017

conclusión

Normalmente para los países del extranjero, el ser mexicano es sinónimo de felicidad pura, pues se cree que todos saben disfrutar de la vida ya que con cualquier pretexto son capaces de crear un sin fin de celebraciones para festejar hasta lo más absurdo. Sin embargo, existen factores que se están volviendo una preocupación para todos los mexicanos, la inseguridad e impunidad son temas de indignación nacional. La gente es forzada, de cierto modo, a trabajar durante horas para poder obtener un salario (a veces mínimo) para poder adquirir ciertos bienes y servicios que necesita para sobrevivir. Por otro lado, tenemos lo deficientes servicios médicos, los cuales hacen esperar a los pacientes mucho tiempo para consultas, no atienden con paciencia a los mayores y como si fuera poco, han existido casos en los que las personas fallecen al no ser tratadas a tiempo.

Desafortunadamente en México, no existe una organización que se tome en serio este resultado otorgado por la ONU, así que como solución a esta problemática, se busca la creación de una organización que retome los principios de este reporte mundial de felicidad. El objetivo seria la creación de nuevas políticas las cuales integraran el bienestar de las personas como satisfacción.

Si se hace una comparación son los modelos en los países nominados como los más felices del mundo de acuerdo a la ONU, podemos observar como a pesar de sus altos puntajes, no logran obtener calificaciones perfectas. Sin embargo, los 10 primeros lugares de este ranking buscan nuevos modelos de implementación. Un ejemplo es esto es Dinamarca quienes de posicionaron como primer lugar desde 2013 gracias al modelo "Hygge". Este tiene como objetivo, lograr que la persona pueda alcanzar un estado de bienestar a través de la relajación, comodidad y libertad.

Dinamarca al implementar el hygge, pudo notar cambios en la felicidad de sus ciudadanos, México de igual modo podría comenzar a adaptar este modelo de bienestar con los habitantes ya que existen diversas prácticas que pueden ayudar a llegar a resultados exitosos. Louisa Thomsen (2017) sugiere una serie de 12 pasos, estos consisten en pequeñas acciones diarias como hacer algo que te haga feliz en un rato libre que se tenga, apreciar las pequeñas cosas, entre otros.

Con ayuda de diversos apoyos ya sea por particulares o públicos, se buscaría poder tener alcance en todo el país para comenzar con el reto de implementación hygge. Lo principal sería comenzar en centros educativos dónde los jóvenes de mente abierta y adultos con las mismas características, ayudaran a difundir la información en su entorno para así, generar altos impactos en la sociedad sin tener que ir tocando puertas a comunidades.